Los pros y los contras de los diferentes aparatos.
Algunas personas son realmente afortunadas de que sus dientes permanentes les crezcan perfectamente derechos, pero si usted necesita aparatos para usted mismo o su niño, su ortodoncista puede recomendarle una de las siguientes clases de aparatos para enderezar su sonrisa.
Aparatos de metal
La clase más barata de aparatos es aquella de las versiones tradicionales de acero inoxidable. Obviamente, la desventaja de usar estos es lo visibles que son, pero la mayoría de los pacientes encontrarán una solución más rápida para obtener una grandiosa sonrisa con un promedio de uso de dos años. Los aparatos de metal sostienen un alambre delgado en su lugar con banditas elásticas para aplicar presión sobre los dientes y moverlos hacia el lugar deseado.
Aparatos de cerámica
Algo más caras que los aparatos tradicionales, los aparatos de cerámica tienen el mismo efecto que sus colegas de metal, pero este tipo de aparato está hecho de material cerámico claro y transparente. Aunque estos aparatos son menos visibles que los de metal, los pacientes han informado que los elásticos pierden el color dependiendo del tipo de alimento que consuman. La salsa de tomate, el café, el jugo de naranja y toda sustancia ácida suele manchar las bandas. Los aparatos de cerámica son populares entre la población adulta que necesita tratamiento de ortodoncia, sin embargo, el tratamiento con aparatos de cerámica es más largo que cuando se utilizan piezas de metal.
Aparatos linguales
Más caros que los aparatos de metal o cerámica son los aparatos linguales. En lugar de adherir con cemento los aparatos al exterior del diente, se pegan al interior, cerca de la lengua, para que queden fuera de la vista. No todos los ortodoncistas instalan este tipo de aparatos, y el paciente deberá tener dientes grandes para que encaje el aparato. Instalarlos y ajustarlos es un servicio mucho más complicado y requerirá más tiempo durante sus visitas.
Cuando se utilizan aparatos linguales el paciente tarda en acostumbrarse; en las primeras semanas hay cierto impedimento para hablar correctamente y a veces esto se prolonga durante todo lo que dure el tratamiento.
Las llagas en la lengua son un motivo de queja común en los pacientes.
Aparatos invisibles
Los aparatos invisibles como Invisalign son los más caros de todos, y solo aquellos con problemas menores de alineamiento pueden usarlos. En lugar de aparatos pegados a los dientes, estas bandejas a medida de goma, o alineadores, se encastran sobre los dientes. Las bandejas presionan sobre los dientes y de forma gradual, con bandejas nuevas cada dos semanas, sus dientes se moverán hasta alcanzar la posición apropiada. Los aparatos invisibles deben utilizarse durante todo el día y toda la noche, menos cuando se come, se cepillan los dientes y se usa el hilo dental.
Tratamiento posterior
Se han quitado finalmente los aparatos y está listo para el retenedor. Un retenedor conserva la posición correcta de sus dientes enderezados, y si usted no usa su retenedor con regularidad, notará que sus dientes comenzarán a volver a la posición que tenían antes del tratamiento, creando huecos indeseados. Su ortodoncista le dirá qué es mejor para usted: un retenedor fijo o uno extraíble.
Retenedores Fijos
Un retenedor fijo toma un poco más de trabajo para mantenerse limpio, pero usted puede estar seguro de que sus dientes no se volverán a mover, ya que un alambre delgado se pega con cemento a la parte interior de sus dientes superiores e inferiores. Sus dientes se mantendrán en perfecta posición con este retenedor permanente.
Retenedores Extraíbles
Un retenedor extraíble es una combinación de material acrílico que tiene la forma de sus encías para mayor comodidad, con ganchos de alambre o broches que cruzan el frente de los dientes superiores o inferiores para mantenerlos en su lugar.
Estos retenedores son extraíbles, y no deben ser envueltos en pañuelos de tisú o toallas de papel, ya que se los confunde fácilmente con basura y se los bota como tal. Puede costar $250 dólares reemplazarlos, asegúrese de guardarlos en la caja que el ortodoncista le entregó.
Los ortodoncistas suelen recomendar usar el retenedor extraíble durante 20 horas por día por los menos durante tres meses, y luego, después de revisar que nada se haya movido, la mayoría de los profesionales recomienda utilizar el retenedor sólo de noche.